Ya que está de moda el tema, lo trataremos en el blog. Bueno, ya hemos decidido aficionarnos a la “
runnermanía”, hecho análisis (y no matemático, precisamente), tenemos unas fundas para los pies y estirado un poco los músculos principales para el ejercicio físico. Pasamos ahora al calentamiento. Que conste que me considero un mero aficionado que se dedica a aprender y a comunicar lo que voy “pillando” pues, eso sí, nunca me quedo nada dentro (será deformación profesional). Así que, si alguien ha pensado que mi blog es un tratado para dar lecciones está totalmente equivocado. Sólo pretendo ayudar, si sirve de algo, con consejos sobre mi propia experiencia y la de otros
runners como yo.
Según me cuentan algunos doctos en la materia, los músculos, después de estirados, necesitan iniciar el trabajo de modo paulatino, sin brusquedades. Es lo que conocemos como “calentamiento”. Cuando decidimos que vamos a correr, sobre todo si el tiempo disponible es escaso, nos lanzamos a la aventura sin dedicar ese breve pero necesario lapso de dedicación para preparar la máquina. Inicialmente puede parecer una pérdida de tiempo. A la larga, cuando caemos en una lesión, vemos que el tiempo que no se “perdió” estirando y calentando, se incrementa ahora en progresión geométrica.
Quizás para el fondo, el calentamiento no requiera demasiados ejercicios diferenciados pues los movimientos durante la actividad van a ser muy repetitivos. Particularmente, mi modo de calentar consiste en andar cinco minutos e ir trotando durante otros cinco, acelerando muy suavemente hasta conseguir la velocidad adecuada que se marcará en la sesión de trabajo.
También me han recomendado que, si el entrenamiento va a incluir series de velocidad, en este caso, el calentamiento debe ser más prolongado y no comenzar la primera serie “a toda pastilla”. De ello doy fe pues, mi lesión de gemelo se produjo por tal burrada: pasar de un calentamiento suave a una aceleración demasiado exigente.
Por último, ahora que se acerca el comienzo de carreras oficiales, me han aconsejado para los próximos 10.000 metros: “Cuando llegues a
Armilla, no empieces a saludar a gente, que llega la hora de la salida, no has calentado bien y entonces m…!
Aléjate fuera de la zona, estira, calienta y vuelves.” La verdad es que no considero malo este consejo para una carrera “corta”.
Pero veremos a ver: ahora parece que quieren que paguemos 5 euros por carrera y además nos lo complican obligándonos a que lo hagamos por
Internet (al cual no todo el mundo tiene acceso). Yo creo que los organizadores están elevando el “CALENTAMIENTO GLOBAL”. ¿No se han dado cuenta de que, con nuestro sufrimiento, somos nosotros los que damos espectáculo? ¿Además de entrenar más o menos duro, tener que coger el coche y desplazarse al lugar del evento, dejar a veces a la familia un poco “cabreada” porque les partes un poco el domingo, tienes que pagar? No es por los 5 míseros euros. Yo creo que ya es cuestión de
cabezonería; después de la traba de tener que pagar por Internet, a lo que no me llego a acostumbrar, había decidido no ir a la carrera. Pero un colega me calentó un poco el domingo y creo que voy a ir a correrla, aunque sea sin chip. Lo que no sé es si dedicar el domingo a hacer los 10 km a 5:00, como un mero entrenamiento a modo de protesta, o esforzarme, como en cualquier otra carrera. Claro está, la protesta sólo la voy a notar yo, a no ser que me ponga un dorsal ficticio con la publicidad: www.meniegoapagar.com.
Los lectores tenéis la palabra. Esto debería cambiar y si quieren fomentar el deporte, que gasten un poco más o no nos “inviten” pagando nosotros. Si os invita un amigo a su casa para que le cocinéis y luego os cobra por la comida…. ¿qué pensáis? ¿No es esa una forma de fomentar el “CALENTAMIENTO GLOBAL”?