Tras un sábado que finalizó con cantidad de lluvia, el domingo sintió celos de su anterior y nos despertó con un diluvio bastante fuerte. Eran las 7:30 y estuve a punto de volverme a la cama porque el día de perros que aparecía ante nosotros no era nada propicio para ir a correr.
Pero ya despiertos, ¡qué le vamos a hacer! Mallas largas, doble camiseta y hacia la carrera a ver si se celebra. Ahora sólo chispea. A mi llegada al colegio organizador, más de 4 voluntarios me indican hacia dónde debo dirigirme para retirar dorsal y chip.
Esta vez me encuentro con muy poca gente conocida. Deberían tomarse serias medidas pues la ausencia de "
espacios verdes" es mala para este planeta. Tras 10 minutos de calentamiento me encuentro a Javi, por fin un verde, Onio y Paco, el "Compae". Con los dos primeros hacemos un pequeño trote previo al disparo.
Llega la hora señalada e, increíblemente, el sol luce sobre nuestras cabezas. Me queda la duda de si he escogido mal el atuendo deportivo. A los 200 metros se puede correr sin ninguna dificultad. Un pequeño ascenso nos lleva hasta el Camino de Ronda. Es un placer poder recorrer esta avenida casi más rápido que en coche. Los conductores del carril izquierdo nos jalean. Mantengo el ritmo encabezando a un grupo numeroso. Me preceden a unos 100 metros algunos de los rivales con los que suelo llegar a meta.
Llegada de los participantes de la modalidad "Yo no puedo con los 10 km" Al finalizar la avenida nos aproximamos al Parque de las Ciencias. Antonio capta una instantánea y me anima en mi participación. La subida por la vera del Genil se hace un tanto pesada. He dado caza al grupo que me precedía y vamos haciendo la goma. En la vuelta hacia abajo veo que Onio va bastante bien teniendo en cuenta el parón que lleva.
Con cabeza, hago caso a
mi entrenador, planteando la carrera de menos a más. La avenida que nos lleva hacia Hipercor la digiero bastante bien, comparándola con nuestro paso por allá en la Media Maratón de Granada.
En el kilómetro 8 llegamos al último puesto de agua. Me es imposible cogerla pues cuando me doy cuenta de ello tengo un corredor que me lo impide. ¡Qué le vamos a hacer! Pero 50 metros más adelante, una voz con acento no castellano, me pregunta si quiero agua. ¡Esto es lo que engrandece las carreras! Espíritu de compañerismo. ¡Y eso que no la había pedido! La mano del rubio tiende la botella hacia mí.
Hubo también presencia de disfraces. Napoleón y Josefina no quisieron perderse la ocasión. Ahora hay un ascenso prolongado que me cuesta bastante y pierdo algunos metros con quienes me acompañaban. Para remediar la situación, en la zona llana el viento nos da de cara. Hay que reservar fuerzas para el final. El kilómetro final incluye un leve descenso. Los últimos 400 metros acelero todo lo que puedo y entro en 43:20 según mi reloj, 43:23 según la organización.
Un plátano se agradece bastante para recuperar potasio. Intercambio unas palabras con Javi, el cual me indica que es muy bueno el que tenga un entrenador para que me oriente. Coincidimos en que la carrera no es totalmente llana porque tiene algunas elevaciones que cuestan bastante. Además, las carreras no son duras por el trazado: las hacen duras los corredores. Minutos más tarde charlo con Salva, del club Rosario-Trabuco y me comenta que le gusta correr por Granada y se ha encontrado muy bien. Bastantes me preguntan por la fecha de la Subida a La Ragua. En cuanto tenga noticias lo publico en el blog.
Agradecer a la organización este evento que ha sido un éxito. Tan sólo un detalle negativo: las marcas kilométricas estaban mal situadas y eso desorienta bastante. Hay que aprender a usar
Google Earth, je, je.
Datos de la carrera:
Tiempo final: 43'23
Velocidad media: 4’21’’ por kilómetro
Puesto general: 151/458
Puesto veterano C: 12/38
Pulsaciones medias: 178
Pulsaciones máximas: 186
Pulsaciones al minuto de llegada: 156
Recuperación pulsaciones en 1’: 30
Consulta la
clasificación de la carrera.
La próxima cita, seguramente será el 10 de mayo en Santa Fe, a por otros 10 km, esta vez totalmente llanos.