(Imagen de "Proyecto Agua")
A una ameba muy bailona,
le gustaba estar de marcha.
Aunque iba sin litrona,
le temía a la escarcha.
El paramecio, muy harto
de la incansable ameba,
la vecina de su charco,
le implora con su flema:
- ¿Por qué no paras, nena?
- ¡Ay, vecino!¡Ay, lagarto!
Tendrás un gran problema,
como quieras que hago caso:
si me chillas, yo me parto.
Y la ameba sin reparo,
continúa con su danza.
¿Hacer caso? ¡Qué va!
Es que esto de la marcha,
desde luego, A mí ME VA.
Gregorio Toribio, El Blogredor
4 comentarios:
Vaya con la ameba, no hay quien la pare.
Un saludo.
Supongo que el paramecio iría en zapatilla.
Rigoletto
Gregorio, imaginación no te falta...¡¡que envidia!! un abrazo
Un fondista de Doney: ésta es digna de participar en nuestras carreras.
Rigoletto: está en ello. Lástima que las zapaterías no oferten tallas tan pequeñas.
Paco Montoro: la imaginación está últimamente en plan decadente. Necesito un descanso.
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