viernes, 15 de enero de 2010

LA RELATIVIDAD DE LOS PROBLEMAS


(Imagen de "shawe_ewhas")

Pasamos por épocas de crisis: problemas con la familia, con los vecinos, en el trabajo, con los amigos, problemas de salud, inapetencia, estrés, desidia, pocas ganas de entrenar…

La cuesta de enero puede resultar bastante complicada para muchas personas. Lo ven todo de color negro y, con pesimismo, no encuentran salida o remedio a su situación.

Hoy os traigo, por si estáis con los ánimos un poco caídos, un relato que me contó una psicóloga hace algún tiempo y que me resultó bastante interesante:

Un matrimonio acudió a un prestigioso psicólogo para expresarle su gran problema. Vivían con dos hijos bastante nerviosos que no paraban de molestar, se peleaban constantemente y la convivencia resultaba casi imposible. Estaban cansadísimos de los hijos y no encontraban una solución para poder continuar.

El psicólogo, tras reflexionar un poco, les dijo:

- Este problema lo vamos a solucionar en tan sólo tres semanas. Llamad a tus padres (los de él) y que vayan a vivir con vosotros a casa durante una semana. Volved y seguimos hablando.

A la semana siguiente, volvieron a la consulta desesperados indicando que aquello no había sido una buena idea.

La respuesta fue la siguiente:

- Ahora, llamad a tus padres (los de ella) y que también convivan con todos durante una semana.

Si la semana anterior fue mala, ésta fue aún peor. Los abuelos con sus rarezas, ya entrados en edad, dieron muchísimos problemas. El matrimonio estaba que echaba humo.

Al volver a la consulta, expresaron lo mal que lo habían pasado esta última semana. El consejero les dio una nueva recomendación:

- Ahora, comprad tres perros y los lleváis a la casa.
- ¿Cómo vamos a tener tres perros si vivimos en un modesto piso? –respondió la mujer.
- ¡Confiad en mí y haced lo que os indico!

¿Os imagináis la semana que pasaron con los niños, los 4 abuelos y los 3 perros? Estaban que se subían por las paredes. Cuando regresaron a la cita semanal, el experto les indicó:

- Bien, creo que el problema está solucionado. Llevad a los abuelos a sus casas, regalad los perros a alguien y regresad a vuestra casa.

Aquello que les parecía tres semanas antes un infierno, ahora era un mar de calma y tranquilidad.”

Como conclusión podemos extraer:

Si vives una mala situación, no te alarmes. Podría ser peor.

9 comentarios:

SONIA dijo...

A veces eso no es un consuelo... La particularidad de nuestros problemas reside precisamente en eso, que son nuestros, y a cada uno le toca una cosa diferente. Pero siempre hay que tirar hacia delante, que luego las cuestas se bajan:P

Un abrazo!

José Luis López Recio dijo...

Pues es cierto, muy cierto. Siempre hay algo peor.
Un abrazo

Quique dijo...

Hombre pues si, es lo que yo digo siempre, hay cosas peores!!!! y si no piensa en las victimas de Haiti, tus problemas parecerán una tonteria...

Un saludo
Quique

Un fondista de Doney dijo...

Relato interesante, y cierto. Aunque habrá otros métodos menos agónicos para resolver los problemas, sin llegar a agravarlos más aún.

Un saludo.

Juan Carlos Guerra dijo...

Ésto me recuerda a aquel hombre que va a la zapatería y pide zapatos 3 números por debajo del que usaba. Con mucho esfuerzo , se calza los que le ha traído la dependienta y ésta le pregunta por el motivo de pedir zapatos de talla tan pequeña. Y el hombre le contesta : Me he arruinado , mi mujer me ha dejado y tengo una grave enfermedad . La única satisfacción que me queda en la vida es llegar a casa y quitarme los zapatos ...

Pedro Gª Carrasco dijo...

DE ESO NO HAY LA MENOR DUDA, A TODO "HAY QUIÉN GANE".
SALUDOS, Y PREPÁRATE QUE TENEMOS EL TRAIL AHÍ.

Rakala dijo...

Estoy totalmente deacuerdo. Muchas veces cuando pienso "esto es lo peor que me ha hecho"... llega ella y se supera.
Así que, ahora sí pienso en aquello de "podría ser peor"... sobretodo con mi madre cerca.

Bessets

Fran dijo...

Hola Greg, pues aunque parezca un poco de broma, creo que el consejo no va mal encaminado. A veces superamos los problemas por inercia cuando tenemos que dedicar nuestro esfuerzo y energía a otros que se presentan como nuevos y más importantes. Con el ejemplo que pones, a mí sí me funciona, pero basta con una sola de las abuelas...
Un abrazo.

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Sonia: hay que afrontarlos de dos modos, pienso: si tienen solución, a por ella; si no la tienen, no amargarse, pues podría ser peor.

Joselop44: pero no por ello hay que conformarse con todo.

Quique: realmente eso sí que son problemas y ante ellos deberíamos reflexionar de que los nuestros son nimiedades.

Un fondista de Doney: por supuesto que suele haberlos. Pero la enseñananza que recibo del relato es que la vida no se acaba por "problemas pequeños".

Juan Carlos Guerra: yo soy de los que he usado calzado pequeño durante muchos años y cuando descubrí que con un número más grande iba todo sobre ruedas, ¡qué satisfacción y relax! Jejejeje.

Pedro Gª Carrasco: a ver si podemos estar medio en forma para entonces.

Rakala: cuando se llega a experiencias dolorosas y ve uno que aún se acrecentan, se da cuenta de que aún podía ser peor. Lo importante es, ante todo, saber afrontarlos y buscar algún modo para seguir adelante.

Fran: jajajaja. La convivencia es difícil. Hay que buscarle los aspectos positivos: siempre habrá alguno.

 
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