(Imagen de "Polisea")
El otro día estuve con unos amigos dando una vuelta por el Albayzín para comprobar in situ que los caracoles que ponen en los bares típicos siguen estando tan deliciosos como siempre. Una amiga nos contaba anécdotas de sus estudios universitarios más allá de los 50 años de edad.
Como tiene una bitácora con más telarañas que la portería del Barcelona, le "amenacé" con contar sus vivencias en este blog si no los contaba en el suyo. Y ya os imagináis qué pasó.
Nos cuenta que hace poco, tras salir de clase, quedó con algunos compañeros para ir a comer. ¿Y dónde mejor que en los Comedores Universitarios? Allá que se fueron, con sus 50 o más años en sus cuerpos serranos. Al llegar, se ponen en la cola para acceder al comedor mientras charlaban. A esto que se les cuelan unos jovenzuelos y, ella, pícaramente les dice:
- ¡Psss, psss! ¿Dónde vais? ¿Es que pensáis colaros?
- ¡No! -le responde uno de ellos un tanto abochornado-. Es que como estabais hablando....
Y sigue narrándonos ella sonriendo:
- Sí, sí. Estos se pensaron que, por la edad, nosotros estaríamos esperando a nuestros hijos para que saliesen de comer.
Esta juventud piensa que el estudiar tiene su edad y que a partir de determinados tacos o te dedicas a trabajar o a tus labores.
Nunca es tarde para el estudio. ¿O no?
3 comentarios:
Incluso estudiar mantiene a uno (o una) más joven y en forma. Por eso quiero seguir siendo enseñante y aprendiente toda mi vida ;-)
Muy de acuerdo contigo Gregorio. Admiro a las personas que piensan que nunca es tarde para estudiar. Un abrazo
Bruja-Luna: pues tuvimos una noche de caracoles impresionante. Nos dio por ahí y recorrimos más de un bar para comparar.
Iñaki Murua: las neuronas hay que activarlas para la mente y para que transmitan después órdenes a los músculos. Anda que no le damos bien a los músculos digitales en Twitter.
Paco Montoro: el ansia de saber y conocer no debe cesar en nuestras vidas, ya sea en la Universidad o por nuestra propia cuenta.
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