Tras las vacaciones de Semana Santa, un poco por la desconexión con la marcha establecida y otro poco por una "tos perruna" digna de una competición mundial, cuesta ponerse las pilas y comenzar de nuevo con la rutina. Total, 15 días sin correr ni un kilómetro. Y hoy, para comenzar con buen pie, 10 kilómetros a 5:00. Durante el trote no se nota casi la inactividad. Pero el pulsómetro no engaña: lo que se hacía antes a una media de 155 pulsaciones se sube ahora a 166. De cómo se queda el cuerpo al final, ¡para qué contaros! Igual que el pulpo que recibe una paliza antes de ser cocinado, así estamos. Pero bueno, para tomar la forma hay que sufrir poco a poco. Ya os iré contando.
Leyendo a otros runners compruebo que más de uno está con el síndrome posvacacional o pasando, como yo, tras una breve convalecencia. La verdad es que durante todo el año, la única semana que paro obligatoriamente es la Semana Santa. Así que, si tenía que enfermar, mejor en esta semana para continuar con el descanso.
Por otro lado, el domingo hay una carrera a 50 km de Granada y algunos corredores con los que me he cruzado me han preguntado si voy a participar. ¡Como no vaya en coche y de copiloto....!
2 comentarios:
Don Gregorio, vamos que nos quedamos atrás. Yo tengo la inscripción para la media de Madrid y no se que hacer, tendré tiempo en una semana? o será mejor regalar el dorsal?...
Mucho ánimo my friend
De eso, nada. Una vez inscrito hay que hacerla, sea como sea, aunque haya que terminarla andando. Así el año que viene será fácil batir la marca.
Mucha suerte
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