Visitamos LA CARTUJA de Granada

Como todo el mundo sabe, Granada tiene un montón de monumentos. También los hay de piedra. Este sábado pasado estuvimos visitando uno de estos últimos: el MONASTERIO DE LA CARTUJA. Nos reunimos 4 matrimonios asiduos de visitas culturales sabatinas para hacer un recorrido histórico-artístico en esta genial obra del Barroco.


Una portada plateresca da acceso al recinto monumental. Actúa de guía Rafa, por la ausencia del siempre docto y simpatiquísimo “Manolo de Pinos Puente” (maestro de Educación de Adultos en dicha localidad).

Recorremos las salas Refectorio, “de Profundis”, Capitular, todas con obras pictóricas en sus paredes, y visitamos el Claustrillo.

Nos adentramos ahora en el templo, propiamente dicho. Tomo apuntes de lo que Rafa nos cuenta, para hacer el POST correspondiente. En el interior vamos pasando por distintas zonas: la Zona del pueblo; Zona de legos, con un primer coro; Zona de frailes, con un segundo coro; Presbiterio, en el que se encuentra el Altar Mayor y el Baldaquino; Sagrario, con el Sancta Santorum y la Santa Custodia; y la Sacristía, una sorprendente alegría para la vista por la mezcla de sombras y luces en los mármoles de Lanjarón.

¡¡¡¡NO ME ENROLLO MÁS!!!!

Nos cuentan también que los cartujos tenían votos de obediencia, castidad y silencio. Pregunto si hay mujeres cartujas y me dicen que creen que no. Y yo digo:

- ¡¡¡Claro, no puede haber, si tienen el voto de silencio…!!!

Tengo un atractivo especial para las mujeres. ¡Mira cuántas han venido hoy a mi blog! ¡Mira cómo se me aproximan! ¡Eh, no os acerquéis tanto, que le van a entrar celos a mi mujer! ¡Sssssss! ¡Arggghhhhh! No me apre-té-is el cue-llo tan fuer----te … que era bro-ma….

A la salida, Maruja me dice, por experiencia propia, lo que uno siente al “salir en los medios por el blog”. También le indica a mi mujer que ya no puede decir lo delgado que estoy, porque seguro que estoy “engordando”.

(Estoy "que no quepo en mí")

“Por casualidad” tenía el periódico del viernes en el coche y se lo muestro. Me hacen una foto y ahí la tenéis.

Luego nos vamos a tomar cervezas, para olvidar todo lo que Rafa nos ha contado. Por eso tuve la precaución de tomar notas. Olvidando, es la forma ideal de tener interés para volver en otra ocasión.

Durante el cerveceo me ocurre una anécdota que, para no aburriros, otro día os contaré.

¡¡¡VISITAD LA CARTUJA DE GRANADA!!! …. Y SED BUEN@S!!!!