Algunos bloggers que no paran de inventar, lanzaron a la blogsfera el reto de escribir un relato de 200 palabras exactamente, con trasfondo de novela negra. Dicho relato se incluiría en el blog http://blognovelpol.blogia.com/. Éste, que pica en retos que se le propongan aunque no tenga las suficientes cualidades, allá que se lanzó a la aventura. Y así fue, envié este "microrelato" al susodicho blog y ha sido publicado. Aunque difiere demasiado de la temática del mío propio, ahí os lo dejo a ver qué opináis. Absténganse de leer de noche o junto a pequeños.
EL CANGURO
Se dirigió hacia él. Con manos sudorosas fue aproximándose poco a poco, para no despertar la mínima sospecha. Su mirada, firme, se clavó sobre su cuello. No sabía por qué pero tenía que hacerlo. En su mano derecha, George empuñaba un afilado machete. Estaba ya muy cerca e iba a responder a esa interna llamada. ¡Mátalo, mátalo, mátalo…! Pero, ¿por qué? Sólo era un niño que jugaba con un pequeño canguro de peluche gris, con un lacito rojo.
Amelie, la vecina del piso superior, le había pedido que se quedara con su pequeño mientras se acercaba a la panadería de la esquina. George, amable como siempre, se ofreció encantado. Ahora estaba allí, a sus espaldas, a solas con él.
No necesitó más de un minuto para segar una vida. Clavó el anacarado machete con una frialdad de mente asesina. El brillante metal penetró con una facilidad pasmosa. ¿Por qué lo he hecho? Se repetía George sin cesar.
De repente, despertó. Había sido un mal sueño. Se dirigió a la cocina, abrió la nevera y sacó un refresco para humedecer su seca boca. Al fondo, en el suelo, había un pequeño canguro de peluche gris, con un lacito rojo.
Amelie, la vecina del piso superior, le había pedido que se quedara con su pequeño mientras se acercaba a la panadería de la esquina. George, amable como siempre, se ofreció encantado. Ahora estaba allí, a sus espaldas, a solas con él.
No necesitó más de un minuto para segar una vida. Clavó el anacarado machete con una frialdad de mente asesina. El brillante metal penetró con una facilidad pasmosa. ¿Por qué lo he hecho? Se repetía George sin cesar.
De repente, despertó. Había sido un mal sueño. Se dirigió a la cocina, abrió la nevera y sacó un refresco para humedecer su seca boca. Al fondo, en el suelo, había un pequeño canguro de peluche gris, con un lacito rojo.
17 comentarios:
Escalofriante....
Muy bueno gregorio , sigue así , la proxima , sobre deporte , un abrazo
qué polifacético este hombre!! todos tenemos un lado oscuro, negor, siniestro... besos
Gregorio que pretendes darnos miedo?jajaja,eres un monstruooooo
Joder que acojone!!
Me recuerda a una historieta de estas de miedo que me contaron de pequeña en la que también aparecían niños (esta vez estaban en la bañera) y una canguro (una nanny, pero en mi imaginación pensaba que era un animal) Desde entonces cada vez que entraba al baño, miraba en la bañera por si aparecían canguritos muertos.
Me ha gustado mucho, muy bueno.
Joé Gregorio, igual sirves pa'un roto que pa'un descosío.
Besets.
Si tu esperas con impaciencia la publicación de buenas entradas en un blog atractivo, yo lo que más deseaba, era este giro en la temática de tú bitácora:
Versos de gran calidad y estructura blogera, legible y de temática didáctica y cuento corto de golpe de vista.
Tú tienes muchas más historias que contar que resúmenes de entrenamientos.
Enhorabuena por este giro.
A todos nos llega nuestra hora...
ya llegó la tuya. FLORECE.
A algún concurso de microrrelatos, hablo en serio, inténtalo.
Es bueno.
Lorenzo: hasta me dio miedo cuando lo estaba escribiendo la otra noche y lo tuve que dejar y acostarme tapándome con el edredón, je, je.
Álvaro Ruiz: aunque me gusta dejar para los viernes y así tenerlo durante el fin de semana algún POST de debate, tema de reflexión o algún artículo con especial cariño, he adaptado lo que tenía para mañana relacionando un poco el tema con el deporte. Dicen que: "Pedid y se os dará". Saludos.
Carmencita: ¿polifacético quién? ¿El blogger? ¿O al que le tenían que mandar un poli facético para detenerlo por asesino infantil? Saludos.
Paco: me tomo esa palabra "MONSTRUOOOO" y algún POST caerá sobre la misma. Ya verás el martes que viene. El título: ¡¡¡GALLETAS!!!
Rakala: ¿qué pasa? ¿me vas a nominar "el multiusos" de la red? Ahora seguro que les dices a tus hijos cuando se hacen los remolones para ir a la cama:
"Os acostáis ya u os pongo el blog de Gregorio". Je, je. Saludos.
Reyes Jiménez: es lo que pasa cuando uno no entrena nada. Del DxT no nos queda ni la equis últimamente. El giro no ha sido premeditado sino fruto del tiempo que va erosionando a la naturaleza y le va dando forma. Bueno, en ti eché semillas (cualquiera que lo lea...) pero parece que no he regado lo suficiente para que brote ese blog. ¿Espero a primavera para ver germinar? Un abrazo.
Jesús: los de ciencias que nos metemos a "letritas" bastante ya hacemos el ganso por estos lares. Precisamente he recibido un email diciendo lo contrario: que le falta fuerza. Y me alegro de que me contradigan a lo que publico. Soy autocrítico y esos correctivos nos ayudan a cambiar o a saber dónde estamos. La pena es que esa crítica no la han publicado en comentarios. De vez en cuando hay que darle caña al blogger. Gracias por tus ánimos pero me parece que... Lo siento, viene la vecina a dejarme el niño porque va a hacer un mandado. Mañana sigo....
Me ha gustado el microrelato. En otro tiempo yo también escribía, ..pero eso es otra historia. Tu relato me hace pensar: ¿qué oscuras ficciones afloran en los sueños? Creo que muchos hemos tenido a veces un sueño siniestro (no tanto como el de tu relato..) y es para ponerse a pensar en que debemos tener alguna parte malvada por ahí escondida...ufff, prefiero no pensarlo, me voy a hacer unos abdominales, a ver si se me van esas tenebrosas ideas...
Suscribo todo lo dicho: es muy bueno. Muy ritmo y final cerrado, tal y como marcan los cánones de un buen microrelato. Enhorabuena, Gegorio¡
Ay, pensaba que habías sacado la vena asesina...todo había sido un susto :)
Muy bueno...
Besos
Ostiasssssss.
Joeeee Gregorio pero... ¿por qué no escribes un libro con tus posts? te lo estoy diciendo en serio, hay algunos acojonantes (te lo expreso a lo castellano jajaja), éste microrelato es estupendo, eres superpolifacético.
Un beso.
Don Gregorio, me encuentro yo un canguro con lazo rojo por la noche y la verdad, que si es de chocolate negro me lo como...
Suerte...
Fantástico, como ya tuve ocasión de decirte. La mezcla de fantasía y realidad acojona. Un 200, Gregorio.
Diosssss, yo de M.C. me pensaría pasar una noche más contigo jajajajaja...
Pero, me he quedao pensando que demonios hacía el canguro en la cocina? das miedo ehhhhhh...Bromaaaaaaaa jajajajaja.
Me encantó leerte Grego.
Besabrazos
Rafa: seguramente Freud tendría que explicarnos bastante sobre los sueños y lo que se esconde tras ellos. Menos mal que en la mayoría de los casos se cumple lo que alguien dijo en su momento “y los sueños, sueños son”. (La vida es sueño)
José Antonio: también me ha llegado una opinión en contra a través del correo electrónico. Como decimos por aquí, “hay gustos como ollas”. Pero también acepto las críticas negativas. Éstas nos hacen reflexionar e intentar mejorar, si es que se puede. Gracias.
Sureña: no, no soy tan malo como parece. Sólo un relato. Gracias.
Grimo: je, je, je. No se puede ser más explícito. Saludos.
María: no exageremos… que los escritores también tienen que vivir. Me apunto de la última palabra de tu comentario las cuatro primeras sílabas: SUPERPOLI, porque en mi trabajo, o haces de policía y descubres dónde están los libros perdidos del algún alumno/a o no los sacan de las carteras en todo el día, je, je. Gracias por tus palabras.
JMC: desde luego... ¡cómo nos gustan los dulces! ¿eh?
Jesús Lens: ya lo publiqué en el blog de novelpol pero quería una opinión antes de hacerlo en el mío. Gracias por tus palabras. Parece que a una gran mayoría de los “comentaristas” le ha gustado. Saludos.
Unamamiblogosférica: no, si Mari Carmen ya va tomando nota de lo que vive junto a ella. Venga, tened buen puente. Nos vamos a Lacalahorra mañana a pasar el día en una fiesta medieval. ¿Os venís?
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