CRÓNICA DE LA VIII PRUEBA DE FONDO DE LOJA

Esprint final en esta carrera rompepiernas

Amaneció el día 8 de Marzo con un sol espléndido y una temperatura primaveral. A las 9’30 recogimos a mi guardaespaldas virtual, Jesús Lens, y a la amiga Rocío y nos dirigimos a Loja a disputar una nueva prueba de fondo. Esta vez sí que nos acompañaba mi mujer, Mari Carmen, que nos haría el reportaje gráfico.

El viaje fue tan entretenido que, por tanta charla, nos pasamos la salida de Loja y al entrar en la localidad no lográbamos encontrar aparcamiento. Tras varias vueltas a la misma zona dejamos el coche y nos dirigimos hacia la salida con el tiempo un poco ajustado.

En los prolegómenos tuve ocasión de charlar con Alberto, mi paisano, sobre la organización de la Media Maratón de Montaña de La Ragua y de sus nuevos planes de entrenamiento. Como ésta era mi primera participación en la prueba lojeña, me advirtió de lo dura que era la última cuesta. Asimismo, José Antonio Flores le comentaba a Rocío que había escogido una prueba muy dura para debutar.

Rocío (debutante), Jesús Lens (maratoniano) y Gregorio (el Blogredor)

La temperatura se elevó tanto que considero un error haber salido con mallas y mangas largas. De todas formas, soporto mejor el calor que el frío.

A las 11:03 dan el disparo de salida. Nos habíamos colocado en la zona casi final del pelotón. Tardamos casi 30 segundos en pasar bajo el arco. Los primeros hectómetros los vamos haciendo a trote cochinero y zigzagueando para intentar buscar un hueco por donde ir adelantando. Se quedan atrás tanto José Antonio como Jesús, que acompaña a Rocío en estos primeros compases de su carrera atlética.

Pasados unos cuatrocientos metros la carrera ya sí está lanzada y viene una cuesta hacia abajo en la que nuestra marcha se acelera sin abusar pues pronto vendrá la pendiente. De pronto cambiamos el piñón pues una rampa bastante exigente nos obliga a aminorar el ritmo. La respiración de mis acompañantes demuestra el esfuerzo que se está realizando. En este momento es cuando logro pasar poco a poco a bastantes corredores. Me encuentro con fuerzas pero voy a hacer caso a mi entrenador, David (Atleta-Popular), planteando la carrera de menos a más. Sólo hemos ascendido 100 metros y aún nos quedan más de dos kilómetros. La vista panorámica de la ciudad es impresionante. Salimos a la carretera y continúa esa dureza. Mantengo mi ritmo a 176 pulsaciones, “cómodo” para tratarse de un ascenso. Poco a poco van cayendo algunos de los que me preceden.

Ahora pasamos el kilómetro 3 y se torna favorable el perfil. Para mi extrañeza, sigo adelantando en bajada. (En los descensos suelo perder posiciones porque me retengo para no dañar mis rodillas). En este caso sigo conteniéndome un poco, asustado de cómo me han pintado el trazado de la carrera. Seguramente quienes me acompañan van bastante tocados y éste es el motivo de mi progreso. En el kilómetro 4 recogemos agua y, aunque no se siente una gran necesidad de ella, nos hidratamos.

Pasamos por un punto cercano a la salida y ahí está nuestra reportera tomando instantáneas. Al tratarse de una bajada, vamos tan rápido que no le da tiempo a captar mi imagen. Llegamos ahora a cruzar el río Genil, importantísimo afluente del Guadalquivir. Estamos en el punto más bajo del trazado. De nuevo empieza a inclinarse el terreno. Una larga recta me recuerda la carrera de Guadix. El sol aprieta fuerte, el viento viene en contra y estamos ascendiendo. Se hace duro este falso llano pero la mente desvía esos pensamientos concentrándose en que falta esa durísima llegada. Tras el falso llano, nuevo ascenso con una curva a la izquierda bastante dura pero que superamos sin dificultad. Entramos en zona de tierra y recorremos cerca de 200 metros. Loja se nos queda ahora abajo a nuestra izquierda y vemos la montaña opuesta por la que habíamos pasado antes. Nos encontramos aproximadamente en el kilómetro 8.

Para no variar, ahora toca el descenso, en esta prueba rompepiernas. Sigo conteniendo un poco para no desfallecer en el último kilómetro. En esta prolongada bajada adelanto y soy adelantado por unos pocos corredores, manteniendo prácticamente la misma posición. Llegamos a cruzar de nuevo el río por otro puente distinto. Unos pequeñajos nos ponen la mano para que les demos con la nuestra. Hacemos lo propio.

Allá por el kilómetro 10, comienza ahora la fuerte rampa. Según me han dicho es de casi un kilómetro. Tengo delante a dos mujeres y un hombre. Sus respiraciones son bastante agónicas. Adelanto sin querer puesto que estoy reservando para tan largo ascenso. A los 400 metros aproximadamente de nuevo el terreno es llano y ahora viene una bajada. Comienzo a tener muchas dudas puesto que aún no hemos llegado al km 11 y la zona de meta está muy cerca. Pasamos dicho punto y tras girar vemos a la derecha la meta. Para mi sorpresa, la llegada es 800 metros antes de la distancia anunciada por la organización. Voy un poco tocado pero creo que hay fuerzas para esprintar. Tengo delante a Juan de Dios, un atleta de ¡¡¡73 años!!!, y me acompaña otro más joven que yo. Se nos cruza un niño en el paso de peatones, al cual estoy a punto de llevármelo por delante. Apretamos los dientes y aceleramos a toda velocidad. Creo que nos “picamos” y apretamos aún más. La meta está a 50 metros y nuestra aceleración se sigue manteniendo. El joven entra delante y por centímetros me vence. Hemos arañado unos preciosos segundos al crono.

Junto a Alberto, que se tomó con "calma" la carrera: puesto 5o (un crack)

El tiempo final es de 50:27 del cual estoy muy satisfecho pues la media me sale a 4’26 y comparando con el 10.000 de Albolote que fue mucho más llano y que de promedio obtuve un 4’30, demuestra que los entrenamientos que he realizado han hecho su efecto.

Estamos en meta y un rosco de Loja que nos ofrecen rápidamente pasa a nuestro estómago. Poco después llega José Antonio que no ha entrenado en dos semanas tras su Maratón de Sevilla. Me alegro de que hayan desaparecido esos fantasmas que le surgieron a finales del año pasado. Jesús Lens viene un poco retrasado porque estuvo acompañando a Rocío en esos primeros kilómetros duros para alentarla en su debut. Y llega Rocío haciendo una media de 5:50, lo cual es todo un éxito tratándose de ésta durísima carrera para una novata, que ha celebrado el Día de la Mujer de una forma espléndida.

Mi única pega a esta carrera: la mala señalización de los puntos kilométricos y de la distancia total, que despistan demasiado para el planteamiento de la carrera.

Por último, felicitar a esas 6 mujeres que entraron delante de mí. ¡¡¡GRANDES!!!

Datos técnicos:

Longitud real: 11,4 km
Tiempo oficial: 50:27
Media: a 4’26 el km
Desnivel entre máximo y mínimo: 100 metros

Clasificación general: 178 de 552 llegados
Veterano C: 22 de 65 llegados
Pulsaciones medias: 177
Pulsaciones máximas (llegada): 185
Pulsaciones al minuto de la llegada: 158
Pulsaciones recuperadas en 1 minuto: 27

Podéis consultar las clasificaciones en el siguiente enlace. Un día realmente genial, para enmarcar. ¿Cuál será la próxima cita?