Hace poco fui a la carnicería de Fiñana a hacer unas compras porque de tanto tirar del congelador nos habíamos quedado prácticamente a cero. Fueron varios los productos que compré e importaron un total de 19’50 €.
Me volví a casa y cuando había subido las escaleras de los dos pisos suena el fono y lo coge mi mujer.
- Grego, el carnicero dice que bajes, que se ha equivocado en la cuenta.
Como había dejado la cartera sobre la mesa, volví a cogerla y regresé a la carnicería.
- Gregorio, perdona, pero es que me he equivocado.
Soy de esas personas confiadas y casi nunca echo cuentas de lo que compro. Seguramente habría olvidado incluir la docena de huevos y por eso me había llamado.
- ¡Es que después de cobrarte me he dado cuenta de que no podía ser! – continúa diciendo-. Tengo que devolverte 6’10 € que te había cobrado de más.
Así pues, me hizo la devolución y regresé a casa.
Inmediatamente pensé que esto merecía un post. Pasamos épocas de crisis y cualquier ingreso, por mínimo que sea, es importante para nuestras economías. Si el carnicero no hubiese dicho nada yo no me habría dado cuenta de este error puesto que no me llevé el ticket de compra.
He vivido casos de comerciantes “ratas” que han llegado a cobrar una cerveza a una anciana cuando, al pasar por caja, la propia cajera ha sido la que ha roto la botella. O quienes intentan “colar” productos caducados, también a personas mayores, porque compran grandes partidas para abaratar costes.
Quiero ensalzar esa honradez que aún hay en determinadas personas. Dice mucho de ellas y, a la larga, mantendrán una fiel clientela. ¿Por qué engañar en esas nimiedades? Ya puestos, háganlo por miles de euros. De todas formas, de pobres no vamos a salir.
Me volví a casa y cuando había subido las escaleras de los dos pisos suena el fono y lo coge mi mujer.
- Grego, el carnicero dice que bajes, que se ha equivocado en la cuenta.
Como había dejado la cartera sobre la mesa, volví a cogerla y regresé a la carnicería.
- Gregorio, perdona, pero es que me he equivocado.
Soy de esas personas confiadas y casi nunca echo cuentas de lo que compro. Seguramente habría olvidado incluir la docena de huevos y por eso me había llamado.
- ¡Es que después de cobrarte me he dado cuenta de que no podía ser! – continúa diciendo-. Tengo que devolverte 6’10 € que te había cobrado de más.
Así pues, me hizo la devolución y regresé a casa.
Inmediatamente pensé que esto merecía un post. Pasamos épocas de crisis y cualquier ingreso, por mínimo que sea, es importante para nuestras economías. Si el carnicero no hubiese dicho nada yo no me habría dado cuenta de este error puesto que no me llevé el ticket de compra.
He vivido casos de comerciantes “ratas” que han llegado a cobrar una cerveza a una anciana cuando, al pasar por caja, la propia cajera ha sido la que ha roto la botella. O quienes intentan “colar” productos caducados, también a personas mayores, porque compran grandes partidas para abaratar costes.
Quiero ensalzar esa honradez que aún hay en determinadas personas. Dice mucho de ellas y, a la larga, mantendrán una fiel clientela. ¿Por qué engañar en esas nimiedades? Ya puestos, háganlo por miles de euros. De todas formas, de pobres no vamos a salir.
21 comentarios:
Todavía queda gente buena. Afortunadamente. Saludos, Gregorio!
Buena noticia que nos hace pensar y confiar en la bondad y honradez de la gente.
Aunque es difícil en nuestros días, en los que vamos a lo nuestro y no pensamos en los demás pero afortunadamente hay alguien que, de vez en cuando,nos sorprende gratamente.
Me gusta leer esta entrada capicúa.
FELIZ FIN DE SEMANA¡¡¡
siempre hay gente honrada y eso es muy gratificante.. pero Gregorio, deberías coger el ticket de compra..
Besillos
Es una alegría comprobar que queda gente honrada, bien por el carnicero de Fioñana y bien por tí que lo sacas a relucir.
Saludos
Yo tambien soy de las que no miro una sola vuelta, mas que nada porque ni me acuerdo y la mayor parte de las veces hasta dejo el ticket en el establecimiento.
Tienes toda la razón...ole su buena fe!!! que por 4 duros no merece la pena quedar de rata o asqueroso de por vida jugándote el pan de cada día y que los clientes fieles no asomen más la nariz por tu establecimiento, ése que al fin y al cabo, te dá de comer.
Él no leerá tu blog, pero sin duda es una bonita manera de demostrarle su valía como persona.
Oooooooole !!!!
Besos!
Buena gente Gregorio , de esta deberia abundar más , un abrazo amigo
Este hombre, carnicero tuyo ha demostrado ser una persona noble, por que como tú bien dices otros se habrían callado como "chuchos".
Hay personas de muy buen corazón por el mundo, lo que pasa es que se oye mucho más lo malo.
Se merece este post que le dedicas.
Un abrazote.
Desde luego, esta experiencia, sí que merecia un post.
Todavia hay gente honrada por el mundo.
besos.
Muy bien por el carnicero, gente honrada todavía queda
La carne es honrada. Sin duda.
Gran detalle. Queda mucha gente honrada, más de la que parece. Un abrazo.
Honradez y confianza entre vendedor y comprador; a buen seguro tú hubieses hecho lo mismo con el carnicero. Esta sociedad esta necesitada de estos gestos, y aunque parezca mentira aún queda gente honrada.
Un saludo.
Si yo fuese Gregorio, le regalaría al carnicero una de esas camisetas que tienes de ser campeón
Saludos Compi
Pero que carne compraste por esa cantidad?...y encima te devuelven dinero!, ya me dirás como lo haces, porque debes ser un mago de la compra...o yo una manirrota, que todo puede ser.
Un hermoso canto a la honestidad de un tenedero. Y es que hay vida más allá de Mercadona. Justo y merecido Post-homenaje
Por cierto, yo tampoco compruebo los tickets ni las compras. Siempre confío en la honradez y la pericia del vendedor.
Gran gesto de honradez de tu carnicero, eso habla bien de él, aunque sus matemáticas....jeje, eh! es que eres un pudiente que no miras los tickets!, jejeje, un saludo.
Estas cosas desafortunadamente se ven poco. Claro que cuando ocurren merecen ser contadas. Un abrazo.
Landahlauts: y que nos duren.
Manuel Díaz: son comportamientos extraños pero que hay que ensalzar.
Nefer: quienes somos procrastinadores tenemos la mente en tantos sitios menos donde se debe.
Joselop44: sería más fácil sacar un post con todo lo contrario, que me han engañado...
Chuspi: efectivamente, él no lee el blog. Vamos a tener que ir mirando los tickets.
Alvaro Ruiz: si todo el mundo se compartase así, otro gallo cantaría.
Carmen Vera: ya que es un comportamiento poco común, no podía pasar sin publicarlo.
Estela: en estas épocas de crisis son comportamientos extraños.
Trapatroles: y esto es un motivo más para seguir fiel a este comercio.
Bomarzo: no ocurre lo mismo con la fruta: aquella famosa manzana...
Fernando Sánchez: creemos que todo el mundo es igual pero nos equivocamos.
Saturnino: algunos políticos o empresarios de alto standing deberían leer esto y reflexionar (sin generalizar, por supuesto).
Carlos: jajajajaja. Las camisetas de campeón mías no existen.
Carla: tampoco seas exagerada. Es que la carnicería la tengo a dos pasos de mi casa y compro a diario.
Jesús Lens: bienvenido al club "¿Qué es un ticket de compra?"
Juanito: seguro que no fue un fallo de cálculo sino que habría arrastrado la cuenta anterior. De pudiente, nada: más bien despistado.
Grimo runner: en cuanto ocurrió, inmediatamente pensé en hacer el post.
esas son de las buenas sorpresas que aún tenemos la fortuna de llevarnos... yo también llevo alguna de esas en la mochila, me encanta recordarlas :-)
La poesía genial, si ya sabía yo que no podía ser simplemente una condicional, jeje.
P.D. Esas cervecitas con jamón nos las tomamos en breve, ¿os hace? :-)
Tus-mundos: no son hechos muy comunes, pero se quedan en la memoria. Gracias por lo de la "poesía" y esa cerveza la estamos descorchando ya, vía FB.
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