jueves, 24 de diciembre de 2009

LA ENVIDIA DE LOS MÉDICOS Y MÉDICAS



Conozco a una médica que está casada con un aficionado a las carreras. Cuando llegan estas fechas, la doctora “se pone de mala leche”, como me dice literalmente. ¿Y esto por qué? Pues por el simple hecho de que se acerca la Navidad y los docentes estaremos disfrutando de un largo periodo vacacional.

Esta envidia, que la considera sana, se le pasa inmediatamente tras las vacaciones. Dice que no aguantaría el tener que estar con un puñado de pequeñajos y pequeñajas, no sólo intentando lograr que aprendan, sino simplemente controlándolos.

Me encanta mi profesión, aunque es considerada injustamente envidiable. Quienes no imparten clases ven demasiado bonito el tener buenas vacaciones y pocas horas de trabajo con el alumnado, sin tener en cuenta aquellas dificultades por las que hay que pasar y vivir.


Hay un detalle que suele suceder a finales de verano: los padres y madres se ponen nerviosísimos con los hijos e hijas y están deseando de que, por fin, vuelvan a la escuela para que los aguanten los maestros y maestras. ¡No somos capaces de aguantar a dos o tres hijos en casa…! ¿Aguantaríamos a un grupo de quince, veinte o veinticinco?

¿Sólo pensamos en lo positivo? Si es así, ¡adelante! Las escuelas de Magisterio están esperando a esos futuros maestros y maestras.

6 comentarios:

SONIA dijo...

Como futura profesora no puedo estar más de acuerdo. Tener más vacaciones no es nada envidiable teniendo en cuenta el intenso trabajo al que está sometido el colectivo. Pero la mayor parte de la gente no lo entiende. Mi respuesta es siempre la misma: prueba tú a cuidar 30 hijos, a ver qué te parece.

Feliz Navidad!

Carlos dijo...

Simplemente desearte una FELICES FIESTAS

Llego uno, pero no era el tuyo cachiiiisss

Saludos

Un fondista de Doney dijo...

Normalmente cada uno elige la profesión que le gusta. Otra cosa es que luego, por motivos ajenos, la pueda desarrollar o no. Pero si tiene envidia de la vida del profesorado, nunca es tarde para cambiar. Feliz Navidad.

Un saludo.

Alfa79 dijo...

La verdad es que no es fácil trabajar por las tardes, por las noches, los sábados, los domingos, todos los festivos. Enfrentándose a 50 ó 100 pacientes de todas las edades (niños incluídos) y de todas las condiciones (borrachos, violentos, personas destrozadas por un accidente de tráfico, ancianos,...)

No hay que envidiar al médico, ni tampoco al maestro.
Todas las profesiones implican dificultad.

Por supuesto, y al margen de las dificultades ocupacionales (nada es fácil en la vida), desde aquí mis MAYORES DESEOS de FELICIDAD tanto para ti como para toda tu familia.

FELIZ NAVIDAD a todos.

Toni Sagrel.

carmen vera dijo...

Todas las profesiones tienen su "cosa" no?.
Como los médicos están en cierto modo tan unidos a mi trabajo,no puedo tener más que palabras buenas para ellos.
Y para los maestros que tienen que lidiar con unos cuantos seres con las hormonas muy alteradas, todo mi reconocimiento.

FELIZ NAVIDAD.

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Sonia: las vacaciones nos las dan por el alumnado, no por nosotros. De todas formas, entre el colectivo de docentes hay mucha gente de baja por depresión. Disminuye las vacaciones y seguro que aumentan las bajar. Por lo menos eso pienso. Si hay vacaciones es porque las mentes necesitan un reposo.

Carlos: ¿has dado buena cuenta de él? Disfruta del periodo vacacional.

Un fondista de Doney: yo tuve la suerte de que mi aspiración y logro coincidieron. Disfruto trabajando, que no todo el mundo puede afirmar tal aseveración. Feliz Navidad para ti también.

Alfa79: casi siempre nos fijamos en lo que hacen los demás y llegamos a envidiarlo. Hay que estar en el pellejo del otro y vivirlo día a día para poder opinar con propiedad. Todo tiene su encanto y dificultad. La capacidad de adaptación del individuo a su trabajo le permitirá disfrutar o sufrir mucho en su profesión.

Espero que estos días os sean lo más acogedores posibles y que disfrutéis todo lo que podáis en familia.

Carmen Vera: cualquier profesión tiene que estar reconocida socialmente pues si no tuviese importancia no existiría en sí misma. Admiro más a quien se esfuerza en un puesto laboral de los que se suelen llamar "bajos" que a alguien de un puesto "alto" y que no rinde en función de sus capacidades. A quien se esfuerza, esté donde esté, nuestros máximos reconocimientos.

Disfruta de la época junto a los tuyos.

 
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