sábado, 20 de noviembre de 2010

DÍA INTERNACIONAL DE LA INFANCIA


Minicuento a sugerencia de @milasolamarques

En Chiquilandia amaneció bastante temprano. Bruno había desayunado un buen plato de cereales acompañdo de un zumo de naranja que le había preparado su papá. Tras besarlo, cogió su cartera con el microportátil y se dirigió al garaje donde le esperaba su mamá en el coche con el motor en marcha. Se acercaron a la escuela y allí estaba don Esteban esperando la hora de la clase. Bruno, junto con sus compañeros y compañeras realizaron trabajos colaborativos con otros centros gracias a la conexión a Internet. La mañana se pasó rápidamente. Regresó a casa junto a su padre y les esperaba un nutritivo plato de paella que había preparado el abuelo, un estupendo cocinero. Por la tarde fue un rato a la Escuela Municipal Deportiva a practicar kárate. ¡Cuántos amigos tenía, Bruno! Bastante cansado, se relajó con un baño de agua caliente. Hizo sus deberes, jugó un poco con la videoconsola.... ¡Vamos! Un día de lo más normalito.

En Negrilandia amaneció bastante temprano. Zulaya se frotó los ojos y se levantó de los cartones que había en el suelo. Casi no tenía apetito. El estar acostumbrada a no comer casi nada conseguía engañar a su estómago. Un pequeño trozo de pan duro fue lo único que pudo llevarse a la boca. Su piel estaba oscurecida, no por el sol sino por la mugre que llegaba a formar costra. Su madre, una drogadicta ajena a su maternidad, la ignoraba totalmente. Zulaya salió a la calle a merodear el barrio. Al ver acercarse un coche de policía se escondió rápidamente tras un contenedor de basura. Aprovechó el momento para introducirse en él y extraer una bolsa de la que consiguió el corazón de una pera, que mordisqueó más por supervivencia que por hambre. Merodeó por el barrio clavando sus viejos y descosidos zapatos sobre restos de cristales y jeringuillas. Junto a un puesto de verduras, recogió algún tomate desechado y que le sirvió de almuerzo. Recogió algunos cartones y logró 2 euros y 15 céntimos que le dio el cartonero del barrio. Bastante cansada, regresó a casa. Se tumbó sobre su cartón y disfrutó con su juego favorito: lanzar piedras a las cucarachas que recorrían la lúgubre estancia... ¡Vamos! Un día de lo más normalito.


Hoy se celebra el Día Internacional de la Infancia. En este día, debemos ser conscientes de que nuestros niños y niñas tienen unos derechos que deben ser respetados. No, no nos hemos equivocado al poner esa imagen en la entrada del post. En el año 2.008, el periódico Ideal de Granada propuso la iniciativa de que publicásemos en nuestros blogs un artículo en tan señalado día reivindicando el derecho de nuestros pequeños a no sufrir maltrato por ser víctimas de la pornografía infantil.

Lo de celebrar el Día de... está muy bien. Nos acordamos dicho día de lo que se conmemora y al día siguiente, a otra cosa mariposa. Este blog, desde hace dos años, tiene en su lateral esta imagen y que perdurará para siempre mientras exista algún caso de personas pervertidas que violan este derecho fundamental.

¿Hasta cuándo?

2 comentarios:

Paco dijo...

Gregorio esta noche vas por atarfe? a ver si te veo echando un rato! saludos

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

¡No me digas que hay Nocturna! Si puedo, me paso a verte, no a correr.

 
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