MI SEGUNDO ENCUENTRO CON BLOGGERS GRANADINOS

Algunos de los asistentes: Rafa, Ana, Mari Carmen, Jesús y A. Rodríguez

Ya os conté mi primera quedada con bloggers en Granada, celebrada en una noche durante el periodo navideño. Esta vez la convocatoria partía de manos de Nefer para celebrar su recién aprobado examen de conducir el viernes 23 de enero.

Los bloggers asistentes por orden alfabético fueron:

1) Alfa: La rosa del desierto y Tráfico y seguridad vial

2) A. Rodríguez: Pensamientos y comentarios

3) Claro: El sueño es vida

4) Gregorio el Blogredor: El blog donde estáis ahora mismo y El blog de la clase de 5-6 de Abrucena ¡Uy, casi medalla de bronce!

5) Jesús Lens: Pateando el mundo

6) Juan Antonio: Donde el olvido

7) Mari Carmen: El blog de Maricarmen

8) Manu: Fluceando

9) Nefer: El sitio de mi recreo

10) Pinar: El reloj de Pinar

11) Rafa: no tiene blog pero sí que es un miembro de Flickr y os invito a que paséis por su galería fotográfica.

12) Una Maruja en Internet: Una Maruja en Internet

Además de la docena de huevos, perdón “weberos”, nos acompañaron al final de la velada tres amigos de Manu, cuyo blog FLUCEANDO os recomiendo pues seguro que os va a impresionar porque es muy peculiar, original y diferente a lo que hemos visto por estos mundos internáuticos, seguramente.

Manu, a la izquierda, con sus acompañantes

Previamente a esta cita tuvimos a través de correo electrónico el cachondeo general sobre el lugar y la hora de celebración del encuentro recordándome aquella serie televisiva titulada “Enredo”. Además Nefer se encargó de repetir por activa y pasiva que en lugar de invitarnos, tendríamos que hacerlo nosotros porque estaba más pelada que una rana en una playa nudista. Para colmo, aceptaba regalos de toda índole para ensalzar esta celebración.

Alguien me dijo que esa noche era también especial porque Alfa cumplía años y además al día siguiente también alcanzaría su primer año de actividad con su bitácora. Me pidió que preparara una sorpresa estilo vela de cumpleaños. ¡Qué compromiso, con lo vergonzoso que soy para estas cosas, aunque no lo parezca!

Nos encontramos en un primer bar los doce del listado superior, a excepción de Manu. Como éramos muchos decidimos poner un fondo de 10 euros. Había tal gentío que se propuso cambiar de bar. Me adjudicaron los muy… la responsabilidad de quedarme con el resto del fondo. ¡Claro, como saben de mi baja forma física…! ¿A quién mejor si no, dejarle el depósito? ¡Mira como no se les ocurrió dejárselo a Jesús Lens que está que se sale preparando la maratón de Sevilla!

Llamando a la policía para que localicen al fugado con la pasta del fondo

Manu se incorporó en la segunda parte del encuentro sustituyendo a A. Rodríguez, que tuvo que abandonar el terreno de juego, aunque no pidió permiso al árbitro. En ese momento me convertí en el más viejo de la reunión (si contamos solamente a los bloggers propiamente dichos), pues tengo ya nada más y nada menos que la raíz cuadrada de 2116 años y daos cuenta de lo bien que me conservo.

Claro y Mari Carmen

Cervecitas, charlas sobre blogs, Flickr, carreras, anécdotas matrimoniales, cocina… Aprovechando un pequeño parón por la espera de la tapa correspondiente a la cerveza, me levanto y salgo a la calle. Saco de mi bolsillo una caja de plástico, una bolsa de tierra, una vela y un mechero. A esto que se me quedan mirando una pareja que caminaba por allí y empiezan a mirarme sospechosamente. ¿Estarían pensando que era pólvora la tierra? No me lo estoy inventando ni exagerando, que ya sabéis que no me gustan los ladrillos y últimamente parece que voy a montar una fábrica con lo mal que está el negocio. Me vuelvo con el montaje y la camarera que me ve entrar. Primero se asusta pero luego cae en que seguramente estaremos de cumpleaños.

- Oye, ¡espera que apago las luces! –me dice la joven, enrollada, siguiendo el juego-.

- ¡Venga, que la vela se me gasta!

¡Cumpleaños feliz….! ¡Cumple….!

La rosa del desierto

Alfa emocionado pues no se esperaba bajo ningún concepto la faenita. Casualmente, la vela era rosa y la tierra representaba la arena del desierto.

Risas, más risas…

- ¡Camarera, un rioja, por favor!

- ¡Niño, que tienes que conducir! –me dice mi mujer-.

- Uno solamente no pasa nada. Además, hay que ir practicando para Semana Santa que nos vamos a Logroño.

Otra vez que me voy a la calle. Pinar se percata y ya empieza a sospechar.

Vuelvo ahora con un papel quemado (y con el dedo también porque hacía un poco de aire y por quemar los bordes casi me quemo a lo bonzo).

- Nefer, como insististe tanto en que te hiciéramos un regalo, aquí lo tienes.

Le hago entrega del papel que pasa a leer en voz alta. Quienes seáis muy curiosos, pinchad en la imagen que paso de teclear el texto. ¡Como no me invitáis a jamón en ningún sitio…!

Dedicatoria a Nefer

¿Habéis pinchado? Bueno, pues cambiad la rueda, que luego la llanta se deforma. ¿Habéis visto una curiosidad que ocurre en el primer párrafo? Tiene algo que ver con el regalo recibido por Nefer. Lo dejo a sus inteligencias.

Algunas risas sí que cayeron, además de cervecitas y vinos

¿Qué será, qué será?

Acto seguido, le hago entrega del “regalito”. Como había repetido hasta la saciedad que estaba muy mal de dinero y que se había sacado el carnet, ¿qué mejor regalo que hacer una colecta para que tuviera ya la primera letra del coche?

La primera letra del coche

Charlas, cervezas, risas, incluso el debate. Ahora se lían Jesús Lens y Alfa a discutir de cómo los ingleses vienen a España y quieren que hablemos en inglés mientras que cuando nosotros vamos allá no sueltan ni una palabra en español. Jesús estaba en mi línea: si no aprenden español, peor para ellos. Nosotros hablamos español, inglés (y otras lenguas como el polaco y el noruego), sumando en vez de restando.

Ya me faltó decir:

- Jesús, can I take one more beer? (Jesús, ¿me puedo tomar otra cerveza?)

Y él, para agradar a Alfa, me habría contestado en espanglish:

- Yes, tu-can. (Sí, puedes.)

Nefer me recordó los saladitos que había publicado en el artículo de esa mañana y me dijo que en la próxima quedada me tenía que presentar con unos canapés.

- Mujer, ¡cómo se te ocurre pedirme eso, sabiendo lo que te acabo de regalar! ¡Que de todo el abecedario sólo he gastado la C del coche! ¿Qué vas a esperar con esa petición? Con la “malafollá granaína” (no es una palabrota, sino un vocablo especialmente local) y el pelo que tengo, está claro: unas canas sobre sobre la P.

Si queréis conocer más detalles, Nefer os lo cuenta con su gracejo en su blog.

En fin, una jornada muy agradable que no es más que el principio de futuros encuentros. Y ya lo saben, quien no ha “venío” es porque no ha “querío”.

Ahora que caigo, tengo en mi poder los 34 euros sobrantes de la quedada. ¿Qué puedo hacer con ellos?