POLLO A LA “CUÑÁ”

Parece que a algunos y algunas no les hizo mucha gracia la RECETA DE OTOÑO porque había bastante humor y poco arte culinario. También sé de más de un lector que se ha pasado por el otro de blog de mi aula y ha disfrutado de las recetas que publicamos. Vamos a pedir disculpas a quienes se esperaban algo más y como compensación ahora sí que os publico este plato que espero que sea de vuestro agrado. Si os soy sincero, esta comida me costó algún disgusto (podéis leer lo que me pasó partiendo almendras).

Ya que a bastantes runner les ha dado por correr por montañas, hago caso al comentario gracioso que me hizo Jesús Lens en mi artículo PASTA Y MÁS PASTA refiriéndose a que antes de La Ragua cenó pollo por aquello de que “el pollo te da alas” y aquí os la dejo:

Ingredientes para 6 personas:

- 1 pollo
- 1 cebolla
- 1 puñado de almendras
- 2 rebanadas de pan duro
- 1 huevo
- 4 pimientos italianos
- Patatas
- Azafrán
- Aceite de oliva
- Sal

Preparación:

1) Freír en aceite las almendras y reservar en el vaso de la batidora.

2) En el mismo aceite, freir la cebolla cortada en dados pequeños, las dos rebanadas de pan y el huevo, aplastando la yema para que se tueste bien.

3) Apartar todos los ingredientes ya fritos y triturar en la batidora con un poco de agua. Ésta será la base de la salsa.

4) En el aceite sobrante freír los pimientos en trozos grandes y dorar el pollo, previamente troceado. Salar al gusto. Conforme se van friendo los trozos se apartan en una cacerola.

5) Incorporar la mezcla que hemos triturado al pollo y pimientos, añadir un poco de agua, azafrán o colorante alimentario y dejar hervir durante 20 minutos, moviendo de vez en cuando para que no se pegue al fondo.

6) Como acompañamiento, podemos freír unas patatas.

¿Sabéis qué es el feedback o retroalimentación? Es un mecanismo que se utiliza para ver si un tema interesa. Voy a aplicarlo en este POST. Aparte de los comentarios que queráis hacer, me fijaré en aquellos que realmente han puesto en práctica dicha receta y veré qué me cuentan. En función de ello, publicaré algún que otro plato ya que mi afición de BLOGCINERO (blog + cocinero) no la puedo llevar aparte, por falta de tiempo.

Para terminar, os habréis preguntado: ¿por qué se llama “a la cuñá”? Porque el nombre se lo puso mi cuñada cuando mi mujer le contó la receta. Como cada año nos llama por teléfono porque la pierde, aquí se la dejo publicada para que no tenga que molestarse en escribirla de nuevo.

Que conste que esta receta siempre la preparaba mi mujer y esta vez fue la primera que la hago yo. Ha sido ¡POR LOS PELOS! (Porque mi mujer se fue al mediodía a la peluquería).